viernes, 9 de enero de 2015

RECUERDOS DE NIÑOS FELICES

A veces se le vienen a uno los recuerdos de niños felices
y uno cree por instantes que es uno de esos niños.
Se refleja en ellos pero sabe que uno no es esos niños, 
pero se miente que un poco es...
porque comparten una mirada, unos espacios, unos momentos;
hasta la sangre comparten. Pues entonces uno sueña.
Y esos niños lo nombran a uno,¡sí!...lo nombran
y todo lo que nombra a uno,  lo trasciende.
Uno anda entonces en esos estados raros,
 empapado de una felicidad embriagadora,
cuando de pronto la seca realidad
empieza a secretearle a uno, primero al oído, 
despùes a los gritos, esas cosas que hacen que los sueños terminen.
Y ya en el medio de la realidad uno se pregunta
de dónde vienen hasta el corazón , como una fábula,
aquellos recuerdos que llegan y se van
dejándolo a uno con el alma llena de un asombro fresco.