jueves, 16 de febrero de 2017

NIETO

En ocasiones me despierto sobresaltado en medio de la noche. Como regresando de una pesadilla.Supongo que pareceré agitado.Cuando recobro lucidez en lo primero que pienso es en él.Después, después... recién ahí se me figuran las deudas y los dolores. Imagino sus ojos y su mirada y más tarde sueño con tal imaginación. Su mirada es una caricia con un énfasis de encanto. Pensar que pude vivir casi cincuenta años sin esa mirada y sin esos ojos.De alguna forma él me ayuda a mover las piernas, a sentarme, a acomodarme en la cama..Algunas cosas del pasado han desaparecido pero otras nuevas se han instalado sin la más mínima participación de mi voluntad, como esos ojos y esa mirada que de cierto modo salvan a uno. El recuerdo nomas de los ojos y la mirada ya comienzan con el rescate.Seguramente el me ayuda a mover mi mano izquierda. A veces una felicidad que se obtiene puede compensar varias desdichas. Algunas noches viene a visitarme en el sueño.Y es ahí donde él, tan pequeño, se transforma en cómplice y me ayuda un poquito a usar el corazón.

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